Pero hablar de pasado y de patrimonio no creo que sea exclusivamente hablar de museos del vino, de herramientas de laboreo recuperadas, de museización de espacios tradicionales... creo que muchos viticultores y bodegueros tienen en la mano instrumentos patrimoniales que podrían servir para crear productos diferenciales. Me gustaría revisar estos días algunos ejemplos. Si os parece, podemos empezar por el territorio.
Hoy que se habla tanto de “Terroir” me parece que quien vinifica con castas minoritarias, autóctonas, endémicas de una zona... debiera aprovecharlo como recurso también en sus productos enoturísticos. Uvas como la Hondarribi Beltza o zuri que usan los txakolineros vascos o navarros, la picapoll catalana, la carrasquín que empieza a poner nombre a los vinos de Cangas de Narcea en el Occidente de Asturias, el Manto Negro de los vinos de Binissalem... y tantas otras uvas, forman parte de una rica biodiversidad que debemos proteger y que a buen seguro puede ayudarnos a despuntar con nuestros productos enoturísticos, haciéndolos tan únicos como los vinos que con estas uvas elaboramos. Eso sí, no vale con tener un elemento diferencial, hay que diseñar el producto enoturístico y toda la servucción alrededor de él.
Y ya que hablamos de “Terroir” metería en este mismo saco, el capítulo de los paisajes del vino y por supuesto todo el patrimonio lítico y arquitectónico a ellos vinculado. ¿Cuánto se puede hablar de construcciones de piedra seca cuando se habla de la viña? De guardaviñas, de casillas que me parece llaman los aragoneses, barracas que dicen los catalanes... de muros, de bancales, de cercas, de linderos en piedra... ¿Se tienen en cuenta estos elementos a la hora de elaborar productos enoturísticos? ¿Cuál es vuestra respuesta?
También es verdad que muchos de estos elementos, se encuentran en las tierras de más difícil acceso y de laboreo más complejo y lamentablemente las ayudas dadas para el arranque del viñedo, se han llevado por delante mucho de este patrimonio.
Desde luego la mejor manera de proteger el patrimonio vitivinícola es mantenerlo vivo y ponerlo en valor. Ojalá muchos de los que trabajáis con vuestros productos en Enoturismo comencéis a enseñarnos vuestros vinos más allá de las catas, la producción en bodega o los productos finales.
Por cierto, hoy es la fiesta del Beaujolais, tercer jueves del mes de noviembre y los franceses con el Beaujolais en todo el mundo. ¡Los de la logística sí que hacen milagros!. Esta noche beberé un poco de Beaujolais con los amigos y me acordaré de brindar por todos, y es que a mi, me encantan las tradiciones. ¡Salud para todos!
(C) Alicia Estrada
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