· Miro lo que está pasando en turismo y veo velocidad luz en la
distribución. Hablando de turistas individuales, el sector mira básicamente a
la distribución por canales digitales, que no son uno por cierto, hay que mirar
para muchos lados.
· Miro el enoturismo y no veo correlación con el sector de la
distribución turística. ¿No habíamos quedado en que enoturismo es lo mismo que
turismo?
Hablando
de territorio y viajeros individuales (El mundo de los eventos MICE es otra
historia) la distribución turística encaja el enoturismo en el mundo de las
experiencias y nos da igual que sean experiencias culturales, experiencias
sensoriales, deportivas, emocionales o
como queramos calificar al enoturismo. ¡Son experiencias en destino! Y punto.
El mundo de las
experiencias en destino supone el 10% de la facturación mundial del sector de
viajes en destino. ¡Son muchos millones! Es el tercer sector global después del
aéreo y la distribución hotelera y de alojamientos.
· La distribución de las experiencias pasa invariablemente por lo
digital, por lo tanto alguien tiene que implementar estas herramientas en la distribución
del producto (distribución o venta para nosotros son casi sinónimos).
· Es un sector en origen enormemente atomizado (pensemos por
ejemplo en las bodegas que en un territorio pueden poner a la venta su producto
de manera directa) pero que exige la integración digital con actores globales
de la distribución.
No hay que asustarse cuando uno lee que su producto tiene que integrarse con un gigante de la distribución como Expedia Activities por poner un ejemplo, porque la tecnología está totalmente desarrollada y solo pendiente de uso. La tecnología hoy se paga básicamente por uso (me entra una reserva, pago por el canal de venta utilizado) por lo tanto no exige grandes desembolsos para comenzar a trabajar con ella.
Dicho
esto, querría apuntar varias cosas:
· ¿Todas las casas rurales necesitan tener su producto en Booking?
No, pero para muchas es un canal magnífico de vender en momentos de baja
ocupación. Con el enoturismo y las experiencias pasaría lo mismo. Es decir, las
bodegas deben tener una venta multicanal pero hay que saber muy bien qué vender
y en qué canal, lo que implica conocer muy bien el mundo de la distribución
turística de las experiencias.
· "Yo no quiero autobuses de gente llegando en manada a mi
bodega" Una de las claves del mundo de las experiencias es la
personalización. Los viajeros se sienten mejor tratados cuando les recibe un
anfitrión de la bodega a cuando les recibe un empleado de la bodega, por lo
tanto el éxito no suele estar vinculado a la masificación, si no al servicio.
Vender a través de canales digitales debiera significar para una bodega, vender
más y mejor. Por ejemplo, vender productos de más valor añadido en época de alta ocupación y tener ocupación, en época
superbaja.
· Por cierto, hablar de la venta digital no significa olvidarnos
de los canales tradicionales. En
absoluto. Las bodegas tienen producto que debe canalizarse a través de agencias
como el sector lujo, el sector MICE o ciertos productos muy de nicho. Todo esto
conforma la multicanalidad que debe configurar el espectro de venta de una
bodega.
Creo
que me he enrollado un poco, pero no es un tema fácil ni sencillo. Tiene muchas
implicaciones y si se hace bien, debiera tener un final feliz para las bodega y
los territorios de vino. Por cierto, los territorios tienen mucho que decir en
este cambio de enfoque. Otro día hablaré de ello.
¡¡Feliz
verano para todos!!
(c)
Alicia Estrada