Es mi intención presentar bajo la etiqueta “Producto” una serie de iniciativas, programas y propuestas enoturísticas que he tenido ocasión de conocer, unas veces directamente y muchas veces, por referencias de amigos, lecturas etc. y que me parecen aportan frescura, originalidad, diferenciación de producto, nuevos acercamientos al mundo del vino.
Empiezo por una iniciativa que reconozco no entra dentro de las posibilidades de todos los bolsillos (Proyecto del año 2007, 10.000 m2 de instalaciones, con un presupuesto de 20 millones de euros) pero me parece sumamente original y de hecho, ha resultado ser un producto de gran éxito comercial y de gran apoyo para el conocimiento general del vino y la difusión de la cultura y la pasión enológica. Me refiero a la Winery Philippe Raoux. http://www.lawinery.fr/¿La conoces?
La winery está a poco más de 20 km de Bordeaux, próxima al viñedo del Médoc. Es difícil definirla. Se trata de un complejo enológico que propone un acercamiento lúdico, divertido, distendido, sin etiqueta pero con total seriedad, al mundo del vino. No se trata sólo de comprar o beber vino. Se trata de vivir, de sentir pasión en torno al vino.
Tiene una tienda boutique con 1000 referencias de vinos de todo el mundo. Es el sitio donde hurgas buscando vinos de interés, leyendo etiquetas, hablando con los enólogos a los que pedir consejo, etc. Tiene un restaurante, una propuesta muy completa de exposiciones, citas artísticas, programa de visitas a bodegas en el territorio, alojamiento etc
Una de las cosas más divertidas es el bar de copas donde maridar vinos, con unas propuestas de tapa-picoteo etc. y donde hacer la cata del signo enológico. Se trata de una degustación que dura aproximadamente 45 minutos, con seis vinos. ¡¡Imposible eludirla!! Al finalizar te hacen 10 preguntas que son analizadas automáticamente. Según tus respuestas determinan tu signo enológico. Existen 9 signos enológicos y 64 ascendentes. Puedes ser por ejemplo esteta con ascendente “Gourmand”, explorador amante de nuevas tendencias etc. El juego entre amigos y compañeros resulta sumamente divertido, pero no acaba aquí.
En función de tu signo enológico te proponen un libro de bodega con sugerencias, vinos etc. totalmente personalizado. Evidentemente te surge de inmediato la curiosidad y lo habitual es volver a la tienda y comprar algunas de esas joyas que tan bien maridan con tu signo enológico, es decir contigo, o seguir probando cosas en el bar.
Quizás la Winery sea un concepto un poco americano de acercarse al vino a través de un pequeño show pero logra engancharte y divertirte y en ese sentido, generar una experiencia inolvidable que te ata al mundo vino y te fideliza (Y parece un negocio rentable). ¿No es esto de lo que se trata? Y creo que lo divertido no está reñido con el respeto a la tradición y a la cultura del vino y el territorio. Es mi opinión. ¿Y la tuya?
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