Os invito a leer la entrevista que desde ACEVÍN realizan a Luis Tolosa. Supongo que le conoceréis por ser el autor del premiado libro “Vinos y Bodegas de Rioja”, reconocido hace unos años como el mejor libro del mundo sobre vinos europeos. Tuve ocasión de escucharle en el Congreso de Enoturismo de Barbastro y además de saber de vinos, es un excelente comunicador.
Repasa en su entrevista muchos de los temas que forman parte de las conversaciones cotidianas de cualquier profesional del enoturismo.
Se pregunta, entre otras muchas cosas, sobre el escaso desarrollo del enoturismo en España a pesar de tener historia, cultura, gastronomía, clima, paisaje, arquitectura del vino y vinos con excelente relación calidad, precio. En primer lugar deciros que yo creo que a pesar de todo, no estamos tan mal. Hemos despuntado más tarde que otros vecinos europeos como Francia o Italia y con modelos muy distintos además, pero no hay que confundir estar en un estado incipiente de desarrollo, a estar paralizados.
En zonas como Francia, el modelo de desarrollo de enoturismo está muy vinculado al producto vino, la compra directa a los productores, a las grandes marcas y especialmente a las zonas y AOC (denominaciones) consagradas. Aquí me parece, hemos partido con un modelo que mira más al mundo del turismo y las experiencias que al vino, por lo tanto no podemos imitar modelos europeos en este sentido y tenemos que mirar hacia otros derroteros.
¿Miramos hacia USA o el nuevo mundo cuando se trata de esbozar nuestro desarrollo enoturístico? Aunque los americanos se apoyan en modelos turísticos, nuestro posicionamiento es muy diferente. En USA algunas bodegas están actuando como verdaderos parques temáticos del vino, convirtiéndose en destinos por sí mismas y recibiendo un número altísimo de visitantes. Este modelo no encaja con nuestra concepción del mundo del vino, vinculado a cultura, diferenciación, tradición… y en muchos casos incluso glamour o romanticismo.
Aunque no se puede taxativamente apuntar las causas de este lento desarrollo del enoturismo en España, yo comento algunos problemas, a los que sería estupendo que sumarais vuestras impresiones:
1. Uno de los problemas claves es el querer desarrollar productos turísticos sin apear los modelos, esquemas, herramientas y actuaciones del sector primario. Vender enoturismo no es vender vino, es vender experiencias en torno a la cultura del vino. Son cosas muy diferentes. Ya lo hemos dicho otras veces: un recurso de vino no es por sí mismo, un producto enoturístico.
2. Vender enoturismo significa trabajar de la mano y en el mismo carro, profesionales del vino y el turismo. Hoy por hoy, hay muy pocos profesionales del turismo tomando decisiones sobre enoturismo en recursos de vino.
Repasa en su entrevista muchos de los temas que forman parte de las conversaciones cotidianas de cualquier profesional del enoturismo.
Se pregunta, entre otras muchas cosas, sobre el escaso desarrollo del enoturismo en España a pesar de tener historia, cultura, gastronomía, clima, paisaje, arquitectura del vino y vinos con excelente relación calidad, precio. En primer lugar deciros que yo creo que a pesar de todo, no estamos tan mal. Hemos despuntado más tarde que otros vecinos europeos como Francia o Italia y con modelos muy distintos además, pero no hay que confundir estar en un estado incipiente de desarrollo, a estar paralizados.
En zonas como Francia, el modelo de desarrollo de enoturismo está muy vinculado al producto vino, la compra directa a los productores, a las grandes marcas y especialmente a las zonas y AOC (denominaciones) consagradas. Aquí me parece, hemos partido con un modelo que mira más al mundo del turismo y las experiencias que al vino, por lo tanto no podemos imitar modelos europeos en este sentido y tenemos que mirar hacia otros derroteros.
¿Miramos hacia USA o el nuevo mundo cuando se trata de esbozar nuestro desarrollo enoturístico? Aunque los americanos se apoyan en modelos turísticos, nuestro posicionamiento es muy diferente. En USA algunas bodegas están actuando como verdaderos parques temáticos del vino, convirtiéndose en destinos por sí mismas y recibiendo un número altísimo de visitantes. Este modelo no encaja con nuestra concepción del mundo del vino, vinculado a cultura, diferenciación, tradición… y en muchos casos incluso glamour o romanticismo.
Aunque no se puede taxativamente apuntar las causas de este lento desarrollo del enoturismo en España, yo comento algunos problemas, a los que sería estupendo que sumarais vuestras impresiones:
1. Uno de los problemas claves es el querer desarrollar productos turísticos sin apear los modelos, esquemas, herramientas y actuaciones del sector primario. Vender enoturismo no es vender vino, es vender experiencias en torno a la cultura del vino. Son cosas muy diferentes. Ya lo hemos dicho otras veces: un recurso de vino no es por sí mismo, un producto enoturístico.
2. Vender enoturismo significa trabajar de la mano y en el mismo carro, profesionales del vino y el turismo. Hoy por hoy, hay muy pocos profesionales del turismo tomando decisiones sobre enoturismo en recursos de vino.
3. El turismo pasa por la venta directa pero hay grandes campos como son los eventos, los incentivos, los productos especializados… que están en manos de intermediarios turísticos. Centrar en enoturismo toda el esfuerzo de comercialización en la venta directa sin considerar otros canales, es cerrarse en muchos casos, la puerta de la especialización, la diferenciación y de los servicios de mayor valor añadido.
4. Ser un destino turístico o enoturístico significa contar con una red de agentes cooperando y trabajando juntos, un solo actor no hace la película, aunque sea un monólogo, necesitamos director, cámaras… hay que trabajar juntos y unidos y la dinamización de estos agentes locales junto con la formación turística, creo que debe estar presente en los programas de todas las administraciones.
5. En enoturismo, los clientes son la clave, no el producto, ni la distribución.... Conocerlos, dialogar con ellos, generar productos a su medida y bien segmentados, mantener abiertos canales bidireccionales de comunicación para escuchar, conversar y reaccionar es otro de los puntos clave que nuestro enoturismo debe trabajar especialmente.
En fin, supongo que podríamos hablar de muchas otras cosas al hilo de la conversación de Luis Tolosa...
4. Ser un destino turístico o enoturístico significa contar con una red de agentes cooperando y trabajando juntos, un solo actor no hace la película, aunque sea un monólogo, necesitamos director, cámaras… hay que trabajar juntos y unidos y la dinamización de estos agentes locales junto con la formación turística, creo que debe estar presente en los programas de todas las administraciones.
5. En enoturismo, los clientes son la clave, no el producto, ni la distribución.... Conocerlos, dialogar con ellos, generar productos a su medida y bien segmentados, mantener abiertos canales bidireccionales de comunicación para escuchar, conversar y reaccionar es otro de los puntos clave que nuestro enoturismo debe trabajar especialmente.
En fin, supongo que podríamos hablar de muchas otras cosas al hilo de la conversación de Luis Tolosa...
(c) Alicia Estrada, 2010.
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