
Luchar contra la demonización del vino y con él, del
enoturismo no es tarea fácil como veíamos en
el post anterior y los detractores
nos salen continuamente al paso. Tenemos problemas muy variados cuando se trata
de este tema pero quizás uno de los más sencillos de solucionar y que además
nos puede posicionar claramente en el lado de la sensibilización ante el
consumo responsable de alcohol, sea el de la celebración de festivales y
fiestas vinícolas responsables. ¿Qué es esto?
No vale con adherirnos como bodegas o territorios, al label
de Consumo responsable, hay que dar más pasos en este sentido y las fiestas
vinícolas responsables pueden ser un buen comienzo. Se trata de una serie de buenas prácticas
tendentes a plasmar esta responsabilidad.
- Quizás el elemento "carretera y conducción" puede ser uno de los primeros que exige reflexión. "Organizo una fiesta o un festival vinculado al vino, cómo puedo ayudar a que la gente no conduzca, venga a mi evento y se divierta".
- Desde luego poner un transporte alternativo desde la urbe cercana, suele ser la mejor solución, pero existen otras.
- En la fiesta de los vinos de Anjou, al borde del Loire, los conductores que previamente inscritos, podían demostrar tasa cero al finalizar la fiesta, recibían como obsequio una botella de vino para disfrutar en casa.
- En todas estas fiestas responsables se pueden realizar de forma muy sencilla test de alcoholemia para evitar cualquier problema en la carretera.
- La Journée Rose en Provenza, organizada por los jóvenes agricultores de Var en lugar de celebrarse en el territorio, se lleva a 12 ciudades en la zona del Golfo de Saint Tropez en la Costa Azul. Podría venderse como una acción simplemente en que el territorio se aproxima a los consumidores, pero se añadió el concepto de fiesta responsable y se sumó a las degustaciones realizadas por los "vignerons" toda una campaña de sensibilización sobre el consumo responsable de alcohol y lo que es vital, se puso en valor el carácter convivial de las gentes del vino que invitan a los consumidores a conocerles en su territorio y en su bodega, compartiendo su cultura y una copa de vino.
La carretera es un elemento clave, pero hay otros que
también habrá que considerar vinculados al consumo responsable.
El tema de las fiestas vitícolas responsables está en plena
efervescencia en el país vecino, de tal forma que por parte de la
administración se está realizando un manual de buenas prácticas que conformará
un label de fiestas vitícolas
responsables que verá la luz este año 2019. Pretenden igualmente llevar la
formación sobre consumo responsable a los estudiantes de enología y
viticultura, así como a los estudiantes de hostelería y restauración. 2020 verá
el comienzo de la formación en este sentido. El proyecto contará con un
presupuesto de comunicación, por supuesto.
Personalmente creo que es un buen proyecto y me gustaría
desde luego verlo plasmado también en nuestros territorios. Es un proyecto de
todos, que debe partir de las administraciones pero que no afecta exclusivamente
al vino, también toca al enoturismo, por lo tanto no creo que es una labor que
debamos aparcar antes las DO, también las rutas del vino deben implicarse y por
supuesto organismos vinculados a la viña y el vino. Pero esto es un punto de
vista personal. Organizar un manual de buenas prácticas para la celebración de
fiestas vitícolas responsables me parecería un estupendo proyecto que desde
luego debería empezar por reclamar un consumo del vino hedonista y responsable.
(C) Alicia Estrada
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