Mutigny es un pueblo de 222 habitantes situado entre viñas y bosques en la zona de Champagne, en Francia. Su vida económica está centrada en la viticultura y poco más. Una comunidad con recursos económicos muy limitados que ha sabido desarrollar un producto enoturístico sencillo y que me gustaría presentaros. Se trata de un sendero enologico algo que en España está realmente poco desarrollado.
El sendero enológico de Mutigny es un paseo circular alrededor de la población que permite en 11 hitos o estaciones un acercamiento de los senderistas al viñedo de la zona, las formas de cultivo, los trabajos de la viña según la época, sus enfermedades y las formas de atacarlas o prevenirlas, el champagne como producto diferencial del territorio, el respeto al paisaje y a la tierra etc.
Cada hito contiene un panel informativo tanto en inglés como en francés que complementa el paisaje. Por supuesto han desarrollado una imagen global y una señalética que está presente en todo el sendero, incluso un personaje que actúa como mascota, que representa la figura de un viticultor de la zona y aporta también un valor diferencial y de continuidad a toda la ruta.
El sendero parte y termina en la antigua escuela municipal transformada en un pequeño museo del vino, gracias a las aportaciones locales y donde también se ha instalado una tienda de productos de la zona. Se ha previsto en las cercanías un parking para facilitar el acceso de los senderistas al pueblo, con coche o bus.
El producto es sencillo y puede complementarse de diferentes maneras. Desde visitas guiadas por el sendero a menús fríos con su correspondiente botella de champagne y otras actividades como sendero + visita a una bodega de la zona + degustación etc. Todos los senderistas pueden completar la visita a Mutigny con un paseo guiado por el pueblo. La guía en esta ocasión es otra mascota, Léonie, la esposa del viticultor. Evidentemente hablamos de carteles.
¿Sencillo? Yo diría que bastante. Los senderos son recursos relativamente baratos de implementar. Precisan eso sí, una buena señalética y la elección de unos paisajes que permitan un buen acercamiento al territorio. He hecho senderos enológicos en Francia y Alemania sin más guía que los paneles, otras veces con un guía normalmente de la oficina de turismo del pueblo e incluso con audioguía que era ofrecida por la oficina de turismo con un pequeño depósito que era devuelto al finalizar la caminata. ¿Cuántos senderos tenemos en nuestras DO? Algunos sí, pero seguramente es uno de los caminos donde tenemos más carretera por hacer.
¿Por qué este producto no se asienta en nuestro país? Realmente es algo que me gustaría saber.
(c) Alicia Estrada
Hola Alicia.
ResponderEliminarSi no pasa nada, nos veremos en Sitges.
Respecto al sendero enológico, sendero adaptado a invidentes (austria) y otros de temática parecida. Son complicados de poner en práctica en nuestro pais.
Aquí, como dice Manuel Colmenero, muchas rutas pero poco producto.
Recuerdo que en Pont du Gard (F) tiene una zona donde recrean toda la agricultura mediterránea en forma de jardín o parque visitable...otra buena iniciativa.
Nos vemos en Sitges
Bon dia Alícia, per les meves terres la gent s'esta espavilant al Celler de Capçanes (cellercapcanes.com) a part de la visita guiada al celler amb tast inclos, hi ha visites a les vinyes amb tot terrenys i sobrevolar amb avioneta el territori del Priorat.
ResponderEliminarSalut i força
Muchas gracias Albert, por el apunte. He echado una mirada rápida a la web y es muy interesante. Hablaremos de sus actividades. Ya veo que en enoturismo tb han tomado decisiones innovadoras tanto como su vino kosher. Aunque yo reconozco ser una gran aficionada a las garnachas sobremaduradas y licorosas...
ResponderEliminarSalut i força. Fins aviat,
Alicia.