Me gustaría dedicarle más de un post en este blog pues da
para mucho el tema. Como el tratamiento está hecho desde el punto de vista del
turismo, creo que podríamos prestarle atención tanto a la parte de gastronomía
como de vino, pues ambas concurren claramente en el enoturismo, nuestro centro
de atención.
Como punto de partida reconocen que vivimos un ascenso
creciente del interés de los consumidores por todo lo relacionado con la gastronomía
y el vino, ascenso que no está siendo parejo a la pasión por la cocina o el
vino francés. La notoriedad de la cocina
francesa --siguen diciendo-- es remarcable en todo el mundo. Sin embargo,
hablar de esta cocina es hacerlo de la "Gran Cuisine".
Su gran preocupación es sin embargo el déficit de calidad y el gran
deterioro que presenta la restauración popular de bistrots, braserias y sitios
populares en Francia. Siguen diciendo que los menús de estos establecimientos
ser varían falsamente elaborando cartas complejas que únicamente traducen
recursos y platos de la cocina industrial. Lamentan en estos menús la ausencia de productos frescos y locales,
los platos faltos de sabores y el servicio lento, poco cálido y finalmente caro
para lo que se ofrece.
Reconocen la existencia de buenos establecimientos
tradicionales pero curiosamente lejos de los senderos turísticos. Habrá que
preguntarse, y esto es cosecha propia, si el éxito del turismo encarece los
precios y aleja de las rutas de éxito a los pequeños negocios familiares. ¡Sería
triste! Este, siguen diciendo, es el objetivo en el que deben trabajar los
restauradores con la ayuda y dinamización de los poderes públicos. Hay que
llevar la innovación a este prêt-à-porter culinario que en otros momentos fue
tan admirado por los extranjeros en Francia.
Reclaman en este punto, resaltar el carácter convival (no me
gusta la traducción de esta palabra, quizás sería mejor hablar de
"sencilla amistad"), de autenticidad, de terroir... de este tipo de
gastronomía. Un visitante en nuestros restaurantes lo que busca, siguen
diciendo, es un momento de intercambio relajante, de vivir una experiencia, en
el que el vino resulta tan esencial como
la comida.
A continuación
proponen una serie de pistas para la acción.
Mostrar la calidad de
nuestros productos pero también la diversidad, la diversidad es una de los
pocos elementos que nos diferenciará de nuestra competencia. ¡Es necesario
darla a conocer y desarrollar el discurso de la diversidad! (Podría estar
escribiendo tres siglos sobre esta máxima)
En un mundo de escándalos alimentarios es necesario
responder con productos sanos, trazables,
sabrosos... Hay que apostar por un
mercado de calidad, que a buen seguro es rentable. Para ello nuestros restaurantes deben aligerar sus cartas, menos
productos pero de mejor calidad: Productos
frescos, locales y de estación. Esta cocina tendrá un efecto de lanzamiento
para la diversidad de nuestros territorios, permitiendo a los pequeños
productores vivir de su trabajo y desarrollar nichos de artesanado
agroalimentario.
Debemos trabajar con
formas de restauración menos intimidantes, más accesibles que faciliten el
intercambio entre los visitantes y los locales y restauradores. Este es sin
duda el éxito de formatos nuevos y no tan nuevos como los Bed & Breakfast,
los ateliers, los restaurantes tipo "Bistronome", los gourmet food
trucks, los bares de vinos a copas, los buenos bares de tapas etc.
Llegado este punto, Ducasse y Savoy se lamentan de la falta de apoyo público al sector en Francia y cita
como ejemplo encomiable la creación del Basque Culinary Center en Donosti-San
Sebastián apoyado por millones de euros
aportados por la administración. Entre los países con marcado voluntarismo de apoyo
al desarrollo de gastronomía y vino cita en primer lugar a España y después
Estados Unidos, Escandinavia, Italia, Suiza, Australia o Perú.
Desde luego creo que es para abrir un debate y sacar alguna
conclusión aplicable a nuestro país y nuestro sector. Si en enoturismo nos
quejamos en ocasiones de los productos poco turísticos de las bodegas, hablar
de restaurantes de vinos y bares de vinos, en territorios de vinos, esto sí que
daría para todo un master. Se agradecerían opiniones.
Mañana seguiremos con las medidas concretas que propone para
pasar a la acción, centrándonos ya en el
enoturismo. Hasta mañana.
(C) Alicia Estrada, 2014.
Alicia, es un placer volverte a leer. Muy interesante el tema y sobre todo que dos cocineros de este nivelón puedan hacer aportaciones para el sector. Su visión es muy enriquecedora.
ResponderEliminarEspero escribas más al respecto del articulo.
Daniel G.
Gracias Daniel. Entre escribir el libro de vinos de este año, y el trabajo del día a día, queda poco tiempo pero estoy encantada de volver a conversar por este medio. Creo además que el manifiesto Ducasse Savoy está lleno de puntos para la reflexión compartida.
EliminarSalud!!
Me encantan los vinos, estoy por ponerme a hacer esta fp aceites de oliva y vinos, me gusta la posibilidad de trabajar en la elaboración de vinos.
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