La legislación española parece ser muy proteccionista con la seguridad de los turistas, de ahí que no sea posible embarcarse simplemente a bordo de un barco pesquero por muchas medidas de seguridad que se pongan a bordo. El desarrollo inicial de la “Pesca turística” pasaría por observación de tareas desde una embarcación próxima, demostraciones de pesca hechas a bordo de una embarcación con licencias turísticas y cerca de la costa, excursiones y salidas organizadas a lonjas, salinas, fábricas de conservas, puertos, viejos faros etc.
Sea lo que fuere, me parece una magnífica iniciativa, que puede apoyar el desarrollo local de zonas especialmente duras por las dificultades que día a día surgen para ganarse la vida faenando en la mar y por que además puede ayudar a preservar viejos oficios y patrimonio de todo tipo.
Escribe Xavier Canalis en el artículo en el que he podido leer esta información, que uno de los aspectos más interesantes de este nuevo turismo es su gran relación con la gastronomía, y la enología añado yo. Hacer pesca turística supone un acercamiento privilegiado a los productos locales. Los visitantes podrán degustar los pescados y mariscos recogidos a bordo o comprados en los mercados locales o consumidos en jornadas gastronómicas en los restaurantes de la zona. Y no hay producto del mar que no maride con un vino del territorio.
Soy una convencida de que el desarrollo del Enoturismo (y no me refiero al Enoturismo para especialistas, si no al Enoturismo como turismo cultural) va a tener que ir vinculado en gran medida a la gastronomía y mucho más en un país como el nuestro, donde el vino se vincula a la comida y cuesta introducirlo como copa o aperitivo. De ahí que me parezca tan necesaria la implicación de los restauradores, de los hosteleros, de los comerciantes locales en el desarrollo enoturístico de una zona.
Claro que para que las restauradores y los tenderos (me gusta mucho más esta palabra que “comerciante”) se impliquen en el proyecto enoturístico, no vale con intentar adherirlos a una Ruta del vino y que paguen la cuota, hay que colaborar en su formación, hay que abrir caminos que en muchos casos no conocen y desde luego hay que trabajar por la cohesión de todos los actores de la Ruta. Sólo de esta forma una Ruta del vino pasará de ser un itinerario eslabonado a ser un verdadero producto turístico y lo más importante a ser comercializable.
Si me permitís, yo con mi pragmatismo habitual para los temas de la comercialización os diría que “si no se puede vender, no me interesa el producto”. Dejemos los itinerarios para la administración cuya labor está vinculada a la promoción y nosotros, como empresarios, trabajemos por tener productos vendibles en el mercado turístico. ¡Ah! y si no incluimos en la Ruta a todos los actores, "molt malament" como dicen por aquí.
(c) Alicia Estrada, 2009
Totalmente de acuerdo, y me gustaría hacer un apunte curioso, que probablemente nace de mi visión del mundo y de mi experiencia como gestor en el Turismo Enológico (que para mi no deja de ser una rama del Turismo Enogastronómico).
ResponderEliminarComo quiera que estamos inmersos en el II Congreso Internacional de Turismo Enológico y como quiera que hoy me hacían la pregunta en un programa de radio, de porqué se celebraba el congreso en una sede distinta a la de la promotora, hilvano una cosa con otra.
Siendo la respuesta que la gastronomía, el vino y su cultura, son para nosotros por encima de todo, la experiencia de compartir, pues dificilmente se toma uno un vino a solas y evita compararlo, y que por ello entendemos que hay vida más allá de Cadíz y de las Rutas del Vino y del Brandy de Jerez (la promotora del II CITE 2009 es la Universidad de Cádiz).
Por este mismo motivo, no dejo de hacerme la pregunta desde hace unos días que se ha venido publicando en prensa, de porqué necesita el Gobierno inyectar X partidas de millones, en no se cuantos años al Turismo Gastronómico y crear otro Club de Producto denominado "Saborear España", si ya tenemos un magnífico aunque mejorable Club, llamado Rutas del Vino, que ya ha sembrado la semilla, pero que necesita el espaldarazo definitivo.
Si Rutas del Vino no puede existir ni comprenderse (como decía Alicia), si no es dentro de la gastronomía, y con esos recursos podría pegar un empujón definitivo, consolidándose, expandiéndose y creciendo hacia un concepto mayor como es la "Enogastronomía", integrando más rutas incluso en territorio no vitivinícolas, ¿para qué crear otra mega estructura?
¿Porqué intentamos siempre competir con el exterior, compitiendo primero entre nosotros, en lugar de sumar (win win), porqué dividimos, creando muros y separaciones, donde de forma natural no las hay?
En mi etapa más gestora de Turismo Enológico y lógicamente en una traslación microeconómica, pasaba mucho tiempo intentando hacer ver a mis compañeros de lucha, que el enemigo estaba en el exterior, que se puede competir sanamente "Coopitiendo", integrando, trabajando por el destino al mismo tiempo que por lo propio, y que lo importante no era quitarnos negocio unos a otros, sino traer más negocio.
Ahí queda.
Eduardo Serrano Martínez
Nosotros en nuestro nuevo proyecto en Vilanova i la Geltru intentaremos aunar todos estos productos para ayudar a crear un destino enogastronomico orientado al mar y sus riquezas.
ResponderEliminarFelicidades a ambos, siempre es un placer leero
La buena noticia es que por fin nuesro Gobierno parece comprender el potencial del turismo enogastronómico en España.
ResponderEliminarDesde A Taste of Spain llevamos trabajando en desarrollar este sector desde hace más de 10 años y, hasta ahora, lo hemos hecho sin apoyo de ningún tipo.
Precisamente, hace unos meses creamos la "Asociación Española de Enoturismo y Turismo Gatronómico" http://www.enoturismoygastronomia.com/index.html
para dar voz a este sector y reclamar el apoyo y protagonismo que se merece, si es verdad que la Administración quiere cambiar la imagen tradicional de España como destino exclusivo de sol y playa.
Como siempre, el gran reto es la continuidad, esto no es una labor de unos meses, ni se consigue sólo invirtiendo en una campaña publicitaria.
Es un placer compartir diálogos con empresas y empresarios que construyen, inventan, crean, arriesgan su tiempo y sus ilusiones en crear y comercializaar productos turisticos a partir de recursos agroalimentarios.
ResponderEliminarFelicidades por el trabajo que desarrolláis desde vuestras empresas!!
Ojalá los Clubs turísticos que tanto pululan por el candelero últimamente, se acuerden también de los profesionales del turismo.
En la medida que empresas como las vuestras se fortalezcan y surjan otras, el turismo enológico y gastronómico, tendrá peso en nuestro horizonte.