He visto que octubre está resultando un mes plagado de formación en muchos de los territorios y Rutas del vino. Me alegré mucho de saber que Gescult estaba colaborando con la Junta de Castilla y León impartiendo diferentes seminarios de formación; Formación en enoturismo también en Jerez; Nueve bodegas gallegas que con la Cámara de comercio de Ourense se van a conocer el enoturismo de Napa etc. Yo tuve ocasión también de impartir un seminario sobre producto y comercialización turística en Somontano. Ha sido realmente una experiencia estupenda, muy enriquecedora para mí y con la que espero haber acercado un poco el mundo del turismo a los enoprofesionales de este territorio.
Os podéis imaginar que con tanto curso y seminario han pasado por mis manos bastantes programas de formación. No he hecho un estudio a fondo, ni mucho menos y no soy nadie para opinar de lo que cada Ruta o territorio haga en su casa pero permitidme un comentario ¿Cuándo vamos a empezar a vender de una “puñetera” vez enoturismo en serio? ¿Cuándo les vamos a dar a los profesionales del mundo del vino, las claves para salir a la calle a vender sus productos? (lámparas mágicas no hay en todo caso) ¿Cuándo vamos a dejar de hablar de lírica y poesía y vamos a poner encima de la mesa temas tan prosaicos pero que traen “pelas” a nuestros negocios y riqueza a nuestros territorios, como pueden ser las políticas de comisiones para la distribución turística, las pautas de elección de los canales de distribución, la elección de plataformas de venta on line para nuestros productos de enoturismo o cómo cumplir con la Ley de Viajes Combinados y no morir en el intento. (Ya sé que no suena nada atractivo este temario, pero si nos ayuda a vender, bienvenido sea)
Estoy de acuerdo que hay que hablar de territorio, de sinergias entre agentes del territorio, de calidad, de biodiversidad, de…. Sí, pero llevamos mucho tiempo hablando de esto y hemos puesto muy pocos ladrillos para construir el muro de la comercialización. Si no rematamos los esfuerzos con ventas, todos los proyectos de formación, de dinamización, las inversiones… no servirán para casi nada. Urge vender enoturismo y para esto hay que ponerse la gorrita de especialistas en turismo y evidentemente para esto hay que apuntar la formación también hacia la prosa y no únicamente hacia la poesía. Así sea.
(c) Alicia Estrada, 2010.
Estamos completamente de acuerdo, por desgracia el mundo del vino es un sector que adolece de profesionalización en mucho aspectos. Aquí siguen primando los tópicos, aunar tradición con modernidad y todo aderezado de lirismo y que el cliente venga nosotros (eso sí, de lunes a viernes y que les atienda cualquier operario que ande por ahí sin hacer nada), eso de ir nosotros a atraer clientes, nada de nada.
ResponderEliminarNi se realizan planes de viabilidad de los proyectos de enoturismo, ni se destinan partidas presupuestarias independientes, ni crean estrategias de fidelización, ni nada de nada, y luego nos quejamos.
Menos mal que la situación del enoturismo en España va cambiando, aunque salvo excepciones, seguimos a años luz de Portugal, Italia y Francia, ya de Estados Unidos ni hablamos.
Gracias Clan Tabernario. Ya ves que ese prisma diferente desde el que miráis el vino en vuestra página http://twitter.com/ClanTabernario es compartido.
ResponderEliminarQuiero ser optimista y pensar que hemos recorrido mucho camino pero hay que dar el salto desde luego para la comercialización y vender enoturismo es dejar de mirarse el ombligo y empezar a abrir los ojos hacia los posibles clientes, esos que quieren ir a las bodegas los sábados y los domingos (¿Mira que son raros!)
Gracias por compartir vuestra visión con nosotros.