junio 17, 2010

Una escuela de cultura biodinámica, cata y más

El pasado martes tuve ocasión de compartir vino y conversación con Malena de Observatorio del vino. Hacía tiempo que no nos encontrábamos y entre copas y descubrimientos, hicimos un brillante repaso del mundo del vino natural, artesano, eco, bio… no sé muy bien cómo llamarlo.

Hablábamos del futuro de estos vinos, por ahora con más proyección internacional que valoración en nuestro propio país y hablábamos también del enoturismo bio, aún más incipiente pero no menos interesante que los vinos artesanos. Os comentaba en un post reciente sobre la creación en Francia de la primera asociación bio-enoturística. Ojalá aquí siguiéramos caminos parecidos. Yo creo que la idea de las Rutas del vino está muy bien pero hay que ir pensando en que las empresas de enoturismo con valores similares se agrupen en torno a marcas que favorezcan su comercialización. (Me van a llamar hereje después de escribir esto pero… es lo que pienso)

Es un tema, el del bio-enoturismo, que me gusta porque me gustan las historias de compromiso y las personas con fuerza. Evidentemente en este mundo como en otros, hay de todo, pero en este blog siempre nos gusta centrarnos en quienes lo hacen bien o muy bien.

Hilando este tema con otro de mis favoritos, ¡cómo no, el posicionamiento! Se me pasado por la cabeza revisar en varios post, ejemplos de algunas empresas de enoturismo vinculadas al tema bio y no sólo bodegas. Si os parece podemos empezar por una escuela de cata y enología muy peculiar.

Lamento irme a menudo a ejemplos franceses pero mis experiencias profesionales me vinculan más a este país que al nuestro. Supongo que aquí también tendremos cosas parecidas pero no las conozco.

École de vin et de terroir es una escuela situada nada más y nada menos que en Puligny-Montrachet en pleno corazón de la Borgoña de los vinos blancos y secos. Es una asociación sin ánimo de lucro formada por prestigiosas figuras del sector vitivinícola borgoñés cuyo objetivo es contribuir a sensibilizar y formar profesionales del mundo de la viña y el vino con una visión ecológica, territorial y humanista. Se dirige también a amantes del vino con un cierto conocimiento. Sus cursos y actividades abordan temas muy variados dirigidos a la cultura de “terroir”, biodinámica, relaciones entre botánica y viñedo, técnicas vitivinícolas respetuosas con el medio ambiente etc.

Entre los “profes” algunos tan conocidos como Claude y Lidia Bourgignon o Anne Claude Leflaive. Si invertís un poco de tiempo revisando su página veréis que imparten cursos muy variados y tan curiosos como “Desaprender a degustar” un posicionamiento contra las catas analíticas (¡¡¡¡¡¡me apunto!!!!!!!!) y a favor de las catas que apelan a las emociones o “Escuchando al vino”, en torno al uso de los cinco sentidos para llegar del vino a las sensaciones, de aquí a la expresión y por fin a la creatividad. Y por supuesto clases para viticultores que quieren iniciarse en la agricultura biodinámica etc.

¿Qué aporta un centro como éste en un territorio, como es Beaune, líder en calidad, imagen etc en todo el mundo? Yo creo que aporta compromiso militante de sus gentes con el vino y la viña y esto suma al territorio; aporta carácter innovador en un territorio que lleva siglos y siglos haciendo vino; suma puntos a la transversalidad de sus vinos, no del consumo de alcohol, a la cultura del vino que se casa con el arte, la pintura, la creación literaria y por supuesto el respeto a la naturaleza. Yo creo que en resumen, centros como éste, suman futuro para los territorios de vino y futuro para el posicionamiento del vino y del enoturismo.

Si alguno conocéis algún centro similar en nuestro país, os agradecería mucho que compartiérais con nosotros la información.

(c) Alicia Estrada

4 comentarios:

  1. Felicidades Alicia por tu serie de post de bioenoturismo. Es un tema muy novedoso y somos muchos los que estamos interesados por tirar adelante temas en esta linea.
    Esperamos con mucho interes tus siguientes post. Te llamare un dia de estos, me gustaria que nos comentaras sobre esto en una jornada de trabajo que haremos este invierno.
    Un abrazo.
    Toni.

    ResponderEliminar
  2. hago un comentario como una libreta de apuntes: estás hablando de posicionamiento y de formación. de actitud y yo agregaría mi terror al tursimo depredador. creo hay que asegurar propuestas sostenibles y constructivas.
    tengo que ponerme en lugar del cliente. qué busco si escribo bio eno turismo en un buscador: pocas personas, trato personal, excelente servicio, que casi no se note, ir a una bodega y salir habiendo hecho amigos, sentir una relación satisfactoria entre la calidad de la propuesta y el precio, querer volver, salir recomendando...
    ¿Se puede practicar el enoturismo sostenible?
    ¿Cómo?
    en fin, como te decía libreta de apuntes y conversación para seguir
    un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Malena por tus interesantes apuntes, espontáneos y nacidos desde el sentimiento.
    Sin duda la sostenibilidad es la base del turismo y mucho más cuando hablamos de enoturismo. Creo que muchas bodegas tienen estos objetivos claros, y seguramente muchos territorios también pero en ocasiones me parece que la sostenibilidad no se materializa en acciones concretas. Confiamos que al no ser un turismo de masas no caeremos en los males genéricos del sol y playa. Me parece sin embargo que hay que empezar a hacer gestos visibles desde la administración y desde las empresas privadas para posicionar nuestros territorios de vino, como proyectos implicados con la responsabilidad y la ética.
    Seguimos hablando. Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias por compartir tus comentarios con nosotros:

(c) Alicia Estrada